Emilia Pardo Bazán 1851-1921
Condesa de Pardo Bazán
Emilia Pardo Bazán nació en La Coruña de una familia noble muy pudiente que le proporcionó la mejor educación posible, además de transmitirle un profundo amor por la literatura.
Gracias a su lucha incansable por los derechos de la mujer, llegó a ser la primera mujer en presidir la sección de literatura del Ateneo de Madrid y la primera en ocupar una cátedra en la Universidad Central de Madrid en 1916, además de ser nombrada en 1910 Consejera de Instrucción Pública por Alfonso XIII.
Extracto del comentario que acompaña “La Tribuna”, por G. Whittaker, Liverpool University Press, traducido por Gabriel Bussi:
Emilia Pardo Bazán ... es sin duda la escritora española más controvertida, influyente y prolífica del siglo XIX, habiendo publicado una inmensa cantidad de ensayos, comentarios sociológicos, artículos, críticas, poemas, obras de teatro, novelas y relatos.
Su tercera novela, La Tribuna, abandera una nueva era en la literatura española, siendo la primera obra ficción de género naturalista, indagando en la situación de la mujer trabajadora de su época. Para llevar a cabo la obra, la autora se preparó minuciosamente, analizando los panfletos y periódicos contemporáneos, así como asistiendo por dos meses a la Fábrica de Tabacos coruñesa, observando la vida real de las trabajadoras y tomando notas de las conversaciones y costumbres. Ese método, muy común entre escritores ingleses como Dickens, y adoptado asiduamente por los defensores franceses del realismo, fue sin embargo pionero en España. Escenificado en un entorno tumultuoso y de revueltas sociales, La Tribuna refleja la inquietud de la autora por el papel de la mujer en la sociedad española. La heroína Amparo, emergente de la nueva clase obrera, se desarrolla desde ser una chiquilla de calle impulsiva e inocente a un exquisito exponente de feminidad, una oradora carismática que ejerce de “tribuna” del pueblo. Al mismo tiempo, sin embargo, se deja seducir por un oficial burgués adinerado, cuyas promesas de matrimonio resultan ser igual de vacías que las ideas revolucionarias en las que ella cree tan ciegamente.